Prólogo de Laura Chica.
Presenta el acto: Pau Albert, escritora y poeta.
"Si aquel día me hubieras mirado"... a decir verdad, muchas veces en una mirada cabe mucho más que en un poema, porque las palabras, en ciertas ocasiones, no llegan tan adentro. Vengo aquí a contaros mi vida, que también puede ser la vuestra, ya que la poesía no iene dueño. Los poemas que vais a encontrar son súplicas por alguien a quien deseas tanto que jamás te plantearías la vida sin su compañía.
Porque el amor es eso: no hacer planes y dejar que todo baile a su debido ritmo; es el deseo constante de esa mirada que te hace respirar a diario, esa mirada que, de no tenerla, sabes que tu vida seria completamente otra.
Al amor hay que alimentarlo, cuidarlo, amarlo; hacer lo que haga falta para que no se vaya. Si aquel día (no) se hubieran mirado, quizás no estaríamos hablando... o sí, en cuanto al amor, nada extraña.
"Yo no quiero que lo que escribo se quede ahí, sin más. Porque el mundo necesita palabras, pero también necesita destinatarios".