
Actividad gratuita.
Entrada libre hasta completar el aforo.
“Un escritor, tal y como yo lo entendía y lo sigo entendiendo, es un ser atravesado por el lenguaje, malherido por sus difíciles relaciones con la realidad y el deseo (con la formulación de la realidad y el deseo, para ser más precisos). No puedo darle a esta definición ningún valor universal, más allá de que me defina, creo que correctamente, como un escritor que piensa que siempre brota algo útil de la confusión y el caos, de la estimulación de los sentidos, de la búsqueda como forma de entender la vida. Con el paso del tiempo fui descubriendo, entusiasmado, las casi infinitas posibilidades y limitaciones del lenguaje y, en especial, el fetichismo turbador de los libros, de algunos libros (en realidad, de muy pocos y, además, escogidos), como si en ellos residiera la verdad última o primera de la existencia”.